El té blanco es una de las bebidas naturales que más beneficios le ofrece a nuestro cuerpo. Además de su rico y suave sabor, contiene propiedades medicinales que empezaron a utilizarse en China hace miles de años. Se destaca por su gran poder antioxidante y por su capacidad de retrasar la aparición de arrugas.
El té blanco es muy parecido al té verde, lo único que diferencía éstos dos es que los brotes del té blanco son seleccionados con la llegada de la primavera. Lo que quiere decir que para su producción, se emplean exclusivamente brotes tiernos del té.
Su nombre proviene de que estos brotes, al ser tan tiernos, pueden parecer una especie de vello blanco. Que precisamente es en dónde se encuentran los nutrientes más poderosos de la planta del té. Se le considera el té imperial, por su calidad.
Entre sus beneficios está el combatir la fatiga y el agotamiento por la cafeína que contiene. Reduce el riesgo de padecer cáncer, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ayuda a adelgazar.
Por esto, es una excelente recomendación para los amantes del té.
¿Cómo se toma el té blanco?
Es importante mencionar que se recomienda tomar aproximadamente 2.5 gramos de este té, al día. Sobrepasarse no hará bien a tu cuerpo a largo plazo.
Para prepararlo, se agrega una cucharadita del té blanco a un infusor. Deja reposar el infusor en agua, a punto de hervir, durante 3 minutos. Retira el infusor con la planta y listo, puedes disfrutar tu taza de té.
Nuestro Té Blanco orgánico de origen Chino, también conocido como White Peony, es ideal para comenzar en el mundo del té por sus notas florales, dulces y delicadas.