El cempasúchil es una flor que se ha utilizado para infusiones medicinales desde la época prehispánica. Te contamos todo lo que debes saber para prepararla.
Una vez al año México se tiñe de color amarillo anaranjado.
Se debe a la flor de muerto o cempasúchil y es señal de que llega la festividad de Día de Muertos, una celebración cada 1 y 2 de noviembre de los vivos para honrar a los que ya no están físicamente.
El nombre original de la flor de cempasúchil es sempôwalxôchitl y proviene de la lengua náhuatl. "La palabra viene de dos sustantivos: sempôwal, que significa 20 (o muchos), y xôchitl, que es flor. Su traducción sería flor de 20".
Crece en México, Centroamérica, y hasta Sudamérica.
Y desde hace siglos, se utilizan distintas partes de la la planta con fines medicinales, como infusión cuando se tiene una afección estomacal, para aliviar las flatulencias, para ayudar a las vías respiratorias, y hasta para mejorar el deseo sexual, según cita Rodríguez de la bibliografía del siglo XVI.
De acuerdo con varios estudios, esta flor posee vitaminas, minerales, antioxidantes y en su composición hay agentes antimicrobianos, por sus propiedades incluso es utilizada como ingrediente de algunos tipos de gel antibacterial.
Según la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM, esta especie medicinal se usa para diversos padecimientos digestivos como:
Indigestión, diarrea, cólicos “enfriamiento estomacal”, afecciones hepáticas, bilis, vómitos, para hacer lavados intestinales, contra los parásitos y como carminativo.
También se emplea para tratar la fiebre, y enfermedades de tipo respiratorias.